En el mapa satelital, se muestra claramente la pluma volcánica que hace precipitar cenizas en las regiones donde va pasando. En estos momento, la pluma tiene una longitud de 1600 kilometros y ya se adentró en el océano Atlántico. El inconveniente, es que los vientos están cambiando en cordillera, porque ingresa un frente frío que hará virar la dirección de la pluma, primero hacia el lado chileno. Luego, cuando llegue pase el frente, dependiendo de la actividad del Cordón Caulle, los vientos virarán al oeste sudoeste pudiendo llevarse las cenizas hacia la zona central del país, como el norte de Río Negro, el Sur pampeano y en una porción menor, hacia el SO de la provincia de Buenos Aires. Todo dependerá de como continúe la expulsión de cenizas del Caulle.
Por el momento, no hay indicios de flujo piroclástico que confirme una erupción en sí. Pero ya llevamos aproximadamente 30 horas con expulsión de cenizas en forma de oleadas, escuchandose en las cercanías, ruidos subterraneos, temblores y mucho olor a azufre.
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