Cuando hablamos de ciclones, uno enseguida se remonta al Caribe, piensa en los huracanes tropicales, en sus bandadas de viento, lluvia y desidia. Pero en nuestras latitudes, de manera muy poco frecuente se forman ciclones parecidos, con la única diferencia que son extratropicales.
Los ciclones extratropicales, a veces llamados ciclones de latitud media, son un grupo de ciclones definidos como sistemas meteorológicos de baja presión de escala sinóptica, localizados en las latitudes medias de la Tierra, que no presentan las características típicas de los ciclones tropicales ni de los polares.
Se trata de un fenómeno meteorológico asociado con una baja presión atmosférica que tiene lugar en las regiones templadas entre el trópico y los polos. Por ello, se conocen también como ciclones templados. En el hemisferio Sur un ciclón rota en sentido a las agujas del reloj. La rotación es causada por el efecto Coriolis.
Este fenómeno intenso, provocó un desastre a escala continental, primero fue el responsable de los fuertes temporales en Misiones, noreste de Corrientes y el país vecino de Paraguay. También generó una sudestada moderada sobre el estuario del Rio de la Plata, afectando las costas argentinas y uruguayas. Pero ahora, al moverse sobre Punta del Este y tocar el Océano Atlántico sobre costas uruguayas se comenzó a profundizar e incrementó los vientos a escalas peligrosas, a tal punto de tener fuerza de huracán categoría 1 en la escala Saffir – Simpson.
Las evacuaciones se llevaron a cabo en edificios, porque en los pisos altos del World Trade Center, los vidrios comenzaron a estallar por la veracidad fuerza de los vientos. Las autoridades nacionales, tuvieron que utilizar una cuerda para que la gente pudiera mantenerse en pie sin sufrir daños.
Las imágenes son elocuentes, trágicas, sorprendentes, amenazantes y alarmantes. La población de Montevideo ha vivido un temporal como pocas veces visto, podríamos decir que la ultima vez pasó en el año 1995, que un ciclón extratropical más fuerte que este, afectó las costas con ráfagas superiores a 180 km/h, fuerza de huracán categoría 2.
En el sur uruguayo, las costas fueron abatidas, y muchas de ellas desaparecidas ante los efectos horripilantes de los vientos sostenidos del sur a velocidades constante de 120 a 140 km/h con ráfagas mucho más superiores. No solo el viento fue el protagonista, sino también, las lluvias ocasionadas por este ciclón extratropical que genera tormentas eléctricas de fuerte intensidad con abundantes caída de agua en muy poco tiempo.
Las condiciones irán mejorando, a medida que el centro de la baja presión se vaya alejando de la costa y pierda su influencia sobre el país vecino. Sin dudas, el escenario es devastador, y el alerta roja no alcanza para describir los desastres de este sistema ciclónico que después de diecisiete años volvió a afectar las costas uruguayas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Hacé tu comentario...